Si te duele ahí abajo y nadie encuentra nada, no significa que no te pase nada
Hay pocas cosas más frustrantes que tener dolor… y que te digan que todo está bien.
O que es psicológico.
O que «ya se te pasará».
Pero tú sabes que no se pasa.
Que no es «una molestia» sin más.
Que algo se tensa, se contrae o se enciende ahí abajo, y no te deja vivir con normalidad.
Eso es lo que llamamos dolor anal crónico, también conocido como proctalgia crónica muchas veces debida al síndrome del elevador del ano.
Y aunque muchos lo confunden con hemorroides (que en realidad no duelen), la verdad es que este dolor tiene explicación y, lo más importante: tiene tratamiento.
✔️ Dolor o presión dentro del ano o en el recto sin una causa clara.
✔️ El dolor aparece al defecar… o incluso sin motivo aparente.
✔️ A veces se acompaña de sensación de peso, pinchazos o calambres.
✔️ Puede confundirse con hemorroides, fisuras u otras patologías.
✔️ Impacta en la vida diaria: desde evitar viajes largos hasta miedo a defecar.
La clave es entender que el dolor anal no siempre tiene una causa visible en la piel o en las venas, sino que muchas veces está en la musculatura o en el sistema nervioso.
Pero las hemorroides no duelen.
Al menos, no si no están complicadas.
Si tienes dolor persistente al defecar, ardor, presión o espasmos en la zona anal, lo más probable es que se trate de otra cosa.
Y en ProctoPelvis nos tomamos en serio encontrar esa otra cosa.
El dolor anal crónico, o proctalgia, puede tener muchas causas. Algunas de las más frecuentes son:
🟪 Fisuras anales que no terminan de cicatrizar
🟪 Síndrome del elevador del ano (una contractura muscular interna, como una tortícolis anal)
🟪 Cicatrices postquirúrgicas o postparto
🟪 Tensión del suelo pélvico por estrés, trauma o hábitos compensatorios
🟪 Sensibilización del sistema nervioso, que amplifica el dolor
Y muchas veces, no hay una única causa, sino una combinación de factores físicos, funcionales y emocionales.
En ProctoPelvis lo primero que hacemos es escuchar. Sin prisa.
Y después, hacemos una evaluación completa que puede incluir:
🟪 Ecografía del suelo pélvico y ano
🟪 Manometría anorrectal de alta resolución
🟪 Exploración funcional y muscular adaptada a tu nivel de dolor
🟪 Y si hace falta, otras pruebas de imagen para descartar lesiones ocultas
Porque si no sabemos lo que está fallando, es imposible diseñar un tratamiento eficaz.
El objetivo no es solo aliviar el dolor momentáneamente, sino romper el círculo vicioso de dolor y tensión que lo perpetúa.
🟪 Educación y cambios en hábitos defecatorios.
🟪 Técnicas de relajación y control de la tensión pélvica.
🟪 Analgesia adaptada al caso.
🟪 Apoyo psicológico, si hay signos de sensibilización central, ansiedad asociada o antecedentes que lo requieren.
🟪 Técnicas manuales para relajar la musculatura.
🟪 Biofeedback para reaprender a coordinar esfínteres y demás músculos.
🟪 Estrategias de respiración y control postural.
🟪 Radiofrecuencia y neuromodulación no invasiva, que ayudan a relajar los músculos y disminuir la hipersensibilidad.
🟪 Relaja de forma temporal los músculos contraídos.
🟪 Permite que el dolor disminuya y que la fisioterapia sea más eficaz.
🟪 Es un procedimiento ambulatorio, seguro y bien tolerado.
✔️ Primera valoración extensa, sin prisas, para escuchar bien tu historia y entender el contexto.
✔️ Exploración funcional, más allá de lo que se ve a simple vista.
✔️ Pruebas complementarias de imagen y funcionales, en función de cada caso.
✔️ Tratamiento combinado: desde fisioterapia y botox, hasta apoyo nutricional y psicológico cuando hace falta.
Porque el dolor crónico no es solo una señal.
Es una experiencia física, emocional y nerviosa.
Y se trata con respeto, evidencia y estrategia.
Deberías valorar una consulta si:
✔️ Llevas tiempo con dolor anal y nadie te ha explicado por qué.
✔️ Te han dicho que «serán las hemorroides», pero los tratamientos no han funcionado.
✔️ Sientes que tu cuerpo se protege… incluso cuando no debería.
✔️ Has perdido calidad de vida por miedo, vergüenza o frustración.
✔️ Buscas un abordaje distinto, con evidencia y sin tabúes.
Lo ideal sería hablar contigo con calma, sin prisa, y valorar si ese dolor tiene una causa muscular, funcional o neurológica.
Pero si no estás en Madrid, también podemos escucharte online y ayudarte a entender por qué duele… y qué puedes hacer para salir del círculo del dolor.
Email: [email protected]
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Horario:
Sábados y Domingos – Cerrado